Calma, respira.

Hoy día vivimos a velocidad máxima, a ritmo frenético tratando de ser eficientes, de hacer muchas cosas y hacerlas en el menor tiempo posible.  Cada acción del día se convierte en una carrera contrarreloj, comer, andar, leer,….  este modo de vida afecta a nuestra salud, en cuerpo y en mente.

 

 En el libro » Elogio de la lentitud» su autor, Carl Honoré,  afirma que una vida rápida es una vida superficial, de ahí que la lentitud no tenga nada que ver con la ineficacia, sino con el equilibrio. Lentitud  para saborear, sentir, deleitarse y disfrutar de las emociones, del ahora y  del momento.  Afirma que nuestra sociedad se ha contagiado por «el virus de la prisa» y  promueve un modo de vida Slow, es decir, con un ritmo sosegado.

 

 

Primero nació el Slow food,  en los años 80 en Italia  como protesta por la apertura de restaurantes de comida rápida  en un lugar histórico de la capital, un hecho que se vio como una amenaza contra la saludable alimentación tradicional italiana y la dieta mediterránea. También en Italia nace el Cittaslow, que apuesta por  ciudades con un ritmo de vida tranquilo con espacios peatonales que permitan pasear, charlar o realizar actividades variadas.

El movimiento slow es una filosofía de vida, es una forma de entender nuestro entorno y el modo de vivir el día a día. Es por ello que abarca todos los aspectos, moda, ciudades, arquitectura, comida, diseño…

 

Para lograr que tu casa sea Slow, te aporte calma, te ayude a relajarte y  a poder disfrutar de familia y amigos, basta con tener en cuenta una serie de consejos sencillos que puedes poner en práctica fácilmente.

-El movimiento Slow es cuidadoso con el medio ambiente, por tanto  la elección de los materiales y su proceso de fabricación son de suma importancia, madera, lino, esparto, algodón,…..  elementos naturales que aportan serenidad y cuyo impacto ecológico es menor.

-Elije colores beige, piedra, blanco, son los más relacionados con la calma, combinados con  toques de azul o verde en su gama suave para aportar luz y frescura a los ambientes.

-Aprovecha al máximo los recursos naturales, como la luz natural o las corrientes de aire. Coloca cortinas fluidas, que nada interfiera  el paso de la luz del sol por toda la  casa.  Aprovecha las corrientes de aire para ventilar y refrescar estancias.

-Piensa en quién va a utilizar cada espacio y las actividades que se van a llevar a cabo allí,  (de aquí la importancia de contar con un buen proyecto de interiorismo).  Los espacios han de poder adaptarse al paso del tiempo y al cambio de necesidades.

-Crea espacios abiertos y multifuncionales, espacios que inviten a la conversación y que promuevan la convivencia y las relaciones personales. Lugares de reunión donde compartir, trabajar y disfrutar en familia.

-Elije productos y piezas hechos a mano con materiales respetuosos con el entorno, aquellos a los que se les dedica tiempo y cariño para su elaboración.

-Apuesta por la comida casera elaborada con productos de proximidad. Dedica un tiempo de la semana a cocinar y ten una cocina y una despensa bien equipadas.

-Convierte tu dormitorio en un lugar que invite al descanso, invierte en insonorización, elije ropa de cama envolvente, ten a mano una manta para cuando sea necesaria, coloca muchos cojines y mantén fuera la tecnología, ni televisión ni móvil.

-Disfruta de tu espacio al aire libre, terraza o jardín.  ¡¡Conecta con la naturaleza!! o  coloca plantas, son recurrentes en este movimiento ya que aportan calidez y energía positiva a los rincones.

-Conectar con los demás es muy  importante, pero no olvides también hacerlo contigo mismo. Dedica un espacio de tu casa para relajarte, hacer lo que más te gusta y te haga feliz ; lectura, jardinería, costura, yoga,…. un lugar donde nada ni nadie te moleste, donde puedas reflexionar, meditar o leer.

-El Slow design no es amigo de los espacios recargados, no quiero decir que necesariamente tu casa tenga que ser minimalista, simplemente deshazte de aquellas piezas o elementos que no te aportan nada. Los espacios han de ser  prácticos y funcionales.

Tu casa ha de dar respuesta a las necesidades de quienes la habitan, ha de ser un hogar sencillo , fácil de ordenar y donde poder relajarte del ajetreo diario.  Olvídate de las prisas, dedica más tiempo a ti mismo, a tu entorno y a quienes conviven a tu lado.

Y unos consejos:

Si sientes ansiedad o estás estresado, respira profundamente, así calmarás cuerpo y mente. Practica yoga o meditación.

Levántate antes, así podrás prepararte con tranquilidad y empezarás el día más relajado.

Come bien y no lo hagas en la mesa de tu despacho o frente al ordenador. No es excusa tener solo 15 minutos, sal al exterior, si el tiempo lo permite, o acércate a la cafetería de la esquina.

Planea tus tareas a diario, tomate tu tiempo  y no olvides dejar un tiempo a la semana sin planear para hacer lo que surja o para disfrutar de hacer nada.

Desconecta, fuera del horario apaga el móvil y el ordenador. Es momento para familia, amigos y aficiones.

Como ves hay que hacer cambios en nuestros hábitos  para seguir esta filosofía de vida y así disfrutar plenamente de lo que la vida nos ofrece.  ¡¡ Vive el presente!!. Cuando actúas de forma acelerada o haces varias cosas a la vez, sólo rozas la superficie.

La vida es lo que está ocurriendo aquí y ahora, así que ¡¡ Carpe diem!! ¡¡disfruta el momento!!. 

Elvira Agustín