El sofá.

Un poquito de historia.

Fueron los antiguos sultanes de los países árabes  los primeros en usar este elemento a modo de trono, les añadían cojines y tejidos para que fuesen más cómodos. Más tarde los romanos le dieron un nuevo uso, al entonces llamado triclinium, se situó en los comedores de las casas para uso exclusivo de los  hombres de la clase alta

 

Y así llegó, como mueble elitista. Hasta la industrialización. Fue entonces cuando se popularizó y  convirtió en imprescindible en las clases media y baja.  Hoy día ocupa un lugar privilegiado en nuestras casas y es el centro no solo de nuestros salones, sino también de dormitorios, terrazas….. 

 

No podríamos vivir sin él, ¿verdad?

El sofá es la pieza del mobiliario de la que más disfrutarás, por tanto su elección ha de ser algo meditado ya que si lo haces bien estará contigo al menos 10 años.

Antes de salir a comprar un sofá, toma bien las medidas. Mide tu salón, ten en cuenta la distribución del mismo, haz un croquis y decide cuánto espacio quieres dedicarle.  Incluso te recomiendo que hagas una plantilla de cartón para ver el espacio que ocupa y confirmar que es proporcionado a la estancia en la que quieres ubicarlo. 

 

A la hora de elegirlo, tómate tu tiempo, no tengas prisa. Prueba todos los modelos que te gusten, siéntate una y otra vez en diferentes posiciones, comprueba que estás a gusto en todas ellas.

 

¡Ante todo ha de ser cómodo!

En cuanto a ergonomía. Un sofá ergonómico es el que te permite acomodar la cadera, la espalda y los brazos. Al sentarte las caderas han de quedar al mismo nivel que las rodillas, para que te resulte fácil levantarte. Ten en cuenta la profundidad del asiento, de 65 a 75 cm es lo recomendado. La altura del respaldo entre 80 y 90 cm. Con la espalda bien apoyada en el respaldo y las lumbares protegidas, si las rodillas no presionan el asiento y los pies están bien apoyados en el suelo, ¡es tu medida correcta!. 

 

Otro punto conflictivo es el reposa-brazos. ¿Te gusta tumbarte?, elige un sofá con reposa-brazos mullido,¿te gusta leer y estar erguido?  pues que sean más firmes. Lo recomendado  es que quede a la altura del codo, aproximadamente a 15 0 20 cm. 

 

Firmeza y solidez. Ambas dependen del relleno de asientos, respaldo y brazos. El asiento ha de ser firme para que aguante y no se deforme fácilmente con el paso del tiempo. El respaldo puede ser algo más blandito y suave sobre todo en la zona lumbar. Los rellenos para asientos de bloque de poliuretano de alta densidad o viscolástica y para los respaldos de plumón ,con o sin mezcla de copos de fibra, son los más acogedores.  

 

Resistente. Pide información acerca de su estructura. Lo ideal es que sea de madera maciza, acero o aluminio, que lleven muelles ondulados o cinchas elásticas de calidad contrastada. Comprueba su armadura, ¡es muy sencillo! basta con levantar el sofá por un lado, si te resulta fácil, descártalo y ve a por otro. 

 

Analiza tus necesidades y no te enamores de sus opciones. Reclinable, asientos extraibles, chaise longue abatible,… realmente vas a usar todo eso?. Ante todo usa el sentido común y piensa en el uso que le das.  Si como te he dicho, tienes en cuenta que se trata de una compra a largo plazo, debes invertir en él. Bueno, bonito y barato, no van unidos.

 

El sofá es elemento clave en todo salón, habla de ti y de tu forma de vida, ten claro si quieres que prime la comodidad, la estética u otra cosa. Si lo ves y te enamora además de ser cómodo, no lo dudes y ve a por él

 

Seguro que encaja en tu casa. 

 

Elvira Agustín.