Abriga tu casa.
Me he declarado «fan» del otoño desde siempre, estoy más enérgica, alegre y disfruto mucho saliendo a caminar. Pero el invierno también me encantaaa!!! Las tardes de domingo en el sofá bajo una manta viendo una película, leyendo un libro o con la familia alrededor del fuego. Ya se que pensarás; pero Elvira ¡¡que no tengo chimenea!!. No pasa nada, te voy a dar algunas alternativas capaces de crear una atmósfera cálida y acogedora para la llegada del frío.
Como alternativa a la chimenea tradicional, puedes hacerte con una chimenea de bioetanol ,tienes muchos modelos; de sobremesa ,de pared, colgantes, que por su diseño son autenticas esculturas decorativas aunque no estén encendidas. Su colocación no requiere instalación previa, no emiten gases tóxicos y su calor se aprovecha al 100%.
Como ya he citado en otros artículos las velas son un «must» para crear ambientes confortables. Colócalas en diferentes puntos de la estancia y la sensación de calidez aumentará de manera sorprendente.
Con la chimenea o las velas encendidas, ya puedes disfrutar de lo que más te gusta, leer, tumbarte a ver una peli o escuchar música, y para estar muy calentita nada como acurrucarse bajo una manta. Adoro taparme con una manta para ver la tele o leer!. Tienes muchos modelos para elegir, en mohair, lana, algodón,….. . Ten en cuenta el estilo y la paleta de colores de la estancia a la hora de elegirla.
Unas cortinas contundentes evitarán la entrada del frío en casa, las tienes con forro térmico. Es muy sencillo disponer de unas caídas gruesas que colocarás en invierno y podrás quitar con la llegada del buen tiempo, además de este modo conseguirás cambiar fácilmente el aspecto de tu hogar con el cambio de estación. Colchas, mantas de cama, fundas nórdicas, procura que sean naturales, franela, algodón, lana. Transpiran mejor y mantienen la temperatura.
Las alfombras tienen el poder de crear sensación de confort al instante. Procura elegir, dentro de las que mejor encajan con tu estilo, las más abrigaditas, a poder ser de pelo largo y en fibras naturales. Hay pocas cosas tan reconfortantes como caminar sobre una alfombra mullida.
Si tu casa tiene algunas paredes muy frías una muy buena opción es forrarlas con madera. Es un buen aislante que además dará un toque original a esa estancia. Dependiendo del estilo de tu casa podrás pintarla en color, o colocar falsos cuarterones o lamas más rústicas. Para los suelos es la opción ideal ya que es eficiente térmica y acústicamente. Y algo que quizá no sepas, es que al igual que sucede en nuestro cuerpo, el calor de nuestros hogares se pierde por la cabeza, es decir por los techos. Si tienes la suerte de que sean altos opta por colocar un buen aislante térmico o forrarlos en madera, si su altura es la estándar pinta la madera en color claro para no restar altura.
En el aspecto técnico. Adecua la temperatura de cada estancia en función de sus usos. Si hace sol, abre las cortinas, el sol te da calor natural en días de mucho frío. Y cierra cortinas, persianas y/o contraventanas cuando baje el sol, así mantendrás el calor acumulado por el día. Es conveniente tener ventanas con doble cristal o doble ventana con rotura de puente térmico. Si tus ventanas tienen entrada de aire puedes solucionarlo de forma sencilla y económica colocando burletes o silicona. Existen láminas adhesivas de plástico, que se colocan en los cristales para disminuir las pérdidas de calor.
Ventila las habitaciones, pero el tiempo justo para evitar pérdidas.
El aire dentro de los radiadores hace difícil la transmisión del calor, por ello es conveniente que purgues los radiadores una vez al año, cuando vayas a usar la calefacción y si haces un mantenimiento adecuado de la caldera ahorrarás hasta un 15% de energía. Coloca láminas reflectantes entre los radiadores y la pared para conseguir proyectar el calor hacia la habitación y evitar que se filtre por la pared. No cubras los radiadores ni los ocultes.
Si bien es cierto que no podemos mejorar el aislamiento y por tanto la eficiencia energética de nuestra casa ya construida, sí podemos aumentar la sensación de confort, calidez y abrigo de nuestro hogar. Y espero que estos pequeños tips te ayuden a crear una atmósfera más reconfortante.
Y recuerda, el termostato debe estar a la temperatura adecuada. Para no derrochar energía el termostato no debe superar los 21ºC, que es la temperatura ideal. Aunque es cierto que la temperatura puede variar de unas habitaciones a otras. Por ejemplo, en el cuarto de baño puede superar esta temperatura hasta los 22ºC y las habitaciones que no usamos oscilar hasta los 18ºC. Puedes ahorrar hasta un 10% al año en calefacción si usas un termostato programable y bajas la temperatura durante las horas que vas a estar fuera de casa.
El frío afuera.
Elvira Agustín